Testimonios

Opiniones de alumnos y clientes

«Desde 1994 estoy viviendo en un piso inicialmente “idílico”: todo exterior, con calles peatonales y jardines comunitarios, balcón con vistas lejanas al mar, sol de tarde, cada espacio con dimensiones razonables, metros aprovechados. Pero a medida que pasaban los años viviendo en este piso, cada vez me sentía físicamente peor, no conseguía que dormir me ayudase a regenerarme sino que cada día me sentía más y más cansada. Curiosamente el único lugar donde me dormía plácidamente era en el sofá. Fueron pasando los años y la situación de relación con mi pareja y con los demás era cada vez más difícil. Finalmente decidí que no podia seguir así de cansada y cambié la cama a otra habitación, sorprendentemente el descanso era mucho mayor, había un cambio importante, algunas cosas cambiaron, hasta que me quedé embarazada, pero fue mal, fue un embarazo ectópico. Mientras me estaba recuperando de la operación, decidí finalmente que me hicieran un estudio de Feng Shui, y así fue como conocí a Sara y me hizo el estudio de Feng Shui. La maravilla fue que todo lo que había vivido y las sensaciones que tenía en el piso se me confirmaban en el estudio, sin que Sara supiera nada de nada. El Feng Shui me a ayudado a confirmar, comprender y a confiar en esta sabiduría milenaria. Sin dejar de lado mi percepción a partir de ahora tengo muy en cuenta los consejos que puedan surgir de esta disciplina, que para mi ya es vivencia.»

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Opiniones de alumnos y clientes

«Desde 1994 estoy viviendo en un piso inicialmente “idílico”: todo exterior, con calles peatonales y jardines comunitarios, balcón con vistas lejanas al mar, sol de tarde, cada espacio con dimensiones razonables, metros aprovechados. Pero a medida que pasaban los años viviendo en este piso, cada vez me sentía físicamente peor, no conseguía que dormir me ayudase a regenerarme sino que cada día me sentía más y más cansada. Curiosamente el único lugar donde me dormía plácidamente era en el sofá. Fueron pasando los años y la situación de relación con mi pareja y con los demás era cada vez más difícil. Finalmente decidí que no podia seguir así de cansada y cambié la cama a otra habitación, sorprendentemente el descanso era mucho mayor, había un cambio importante, algunas cosas cambiaron, hasta que me quedé embarazada, pero fue mal, fue un embarazo ectópico. Mientras me estaba recuperando de la operación, decidí finalmente que me hicieran un estudio de Feng Shui, y así fue como conocí a Sara y me hizo el estudio de Feng Shui. La maravilla fue que todo lo que había vivido y las sensaciones que tenía en el piso se me confirmaban en el estudio, sin que Sara supiera nada de nada. El Feng Shui me a ayudado a confirmar, comprender y a confiar en esta sabiduría milenaria. Sin dejar de lado mi percepción a partir de ahora tengo muy en cuenta los consejos que puedan surgir de esta disciplina, que para mi ya es vivencia.»
«Mi primer contacto con el Feng Shui fue teórico, a través de los libros, ya que me dedicaba a su venta, y para profundizar, decidí organizar un curso en Menorca. Me habían hablado muy bien de la profesora Sara Escolà así que montamos un intensivo de fin de semana. ¿El resultado? Espectacular. Lo que más me motivó fue la lógica en la ubicación de muebles y enseres en los espacios habitables. Al finalizar el primer nivel, decidí experimentar rápidamente con los elementos que disponía. En ese momento yo tenía una tienda y necesitaba aumentar mis ganancias, trabajando la prosperidad. Reordené toda la tienda. Al día siguiente, como por arte de magia, la recaudación de la tienda ¡se duplicó! Durante los días siguientes, fui reorganizando otras aspiraciones. Y ¿Qué pasó? Pues que al poco tiempo, un par de meses aprox., se me presentó la oportunidad de asociarme con otras terapeutas para crear un espacio alternativo de crecimiento, donde ofrecer cursos y talleres. Casi sin pensar, decidí traspasar la tienda y…
¡en una semana sucedió!
Digamos que de lo que yo puedo hablar, por haberlo experimentado, es de mi situación monetaria que ha mejorado considerablemente, teniendo un sueldo en un Centro de jardinería que es en donde ahora trabajo, montando escaparates y espacios según el Feng Shui, que me permite llevar mis cuentas al día, ahorrar y darnos algún caprichito, a mi y a mis cuatro hijos.
El Feng Shui no es un acto de fé. Es entre otras cosas la búsqueda del equilibrio aplicada al cuerpo físico, mental y espiritual, por medio del orden y la belleza de lo que elegimos para que nos rodee.»